Si un médico pudiera hacer solamente una pregunta para descubrir si su paciente tiene el síndrome del túnel carpiano, seguramente sería esta: «¿Te despiertas por la noche con la mano entumecida y te pones a agitarla como un loco para intentar que se te pase?». Bueno, vale, lo de «como un loco» tal vez el médico lo omitiera, pero el resto describe en pocas palabras los síntomas del síndrome del túnel carpiano.
En este artículo te contaremos la mitad de los secretos del síndrome del túnel del carpo: síntomas, causas y cómo se diagnostica. También responderemos un montón de dudas: «¿Usar mucho el ordenador provoca síndrome del túnel carpiano?»; «¿Qué profesionales tienen más riesgo de sufrirlo?»
En un segundo artículo te contamos la otra mitad de los secretos del síndrome del túnel carpiano: el tratamiento. Desvelaremos todos los intríngulis de la operación, desde en qué consiste hasta cómo es el postoperatorio. Y responderemos a la pregunta del millón: ¿La operación soluciona el problema?
¡Allá vamos!
¿Qué es el síndrome del túnel carpiano?
El síndrome del túnel del carpo se refiere a los síntomas que provoca la compresión del nervio mediano en su paso por el túnel carpiano (que enseguida te explicamos dónde está y cómo es).
Le ocurre hasta al 5 % de las personas y es 3 veces más frecuente en las mujeres que en los hombres. En niños, es muy raro.
La persona nota dolor y hormigueo en la mano y los dedos cuya sensibilidad depende de este nervio. En casos graves, puede llegar a producir debilidad y que las cosas se caigan de las manos.
El túnel del carpo: un pasadizo muy estrecho
El cuerpo humano es un milagro. Está lleno de huesos, tejidos y órganos complejísimos, cada uno con sus cometidos específicos. Es realmente fascinante y sorprendente que todo funcione como una maquinaria perfecta… y también que todo quepa en un «contenedor» tan pequeño como el cuerpo. ¿Has cogido alguna vez el metro en hora punta? Pues igual de apretadas están todas las estructuras que forman nuestro cuerpo. Y eso es lo que le pasa al nervio mediano cuando pasa por el túnel del carpo, en la muñeca.
El nervio mediano se origina a partir de las raíces nerviosas que salen de la médula espinal a nivel del cuello, y baja por el brazo hasta los dedos. A la altura de la muñeca, pasa por un estrecho conducto (el famoso túnel del carpo) formado por los huesos del carpo (es decir, la muñeca) y cerrado por arriba por una banda bastante gruesa llamada ligamento transverso del carpo. El nervio termina dividiéndose en varias ramitas, que llegan a todos los dedos menos al meñique.
En su recorrido por el túnel, el nervio mediano no va solo: lo acompañan nueve tendones de los músculos que flexionan los dedos de la mano… ¡Imagina lo estrechos que están! Por tanto, cualquier alteración de ese espacio (inflamación, quistes, que el túnel sea pequeño de nacimiento, etc.) puede comprimir el nervio y causar los síntomas propios del síndrome.
Síntomas del síndrome del túnel carpiano
Los síntomas típicos de la compresión del nervio mediano son dolor y hormigueo, acorchamiento o entumecimiento en la zona de la mano que recibe la sensibilidad de ese nervio: dedos pulgar, índice y corazón completos, y la mitad del dedo anular.
La eminencia tenar (esa mollita cercana al pulgar en la palma de la mano) conserva la sensibilidad normal, porque la rama del nervio mediano que llega hasta ella no pasa por dentro del túnel carpiano, sino por encima de él.
No obstante, a veces los síntomas se notan en la muñeca o todos los dedos, incluso suben por el antebrazo, aunque no llegan a afectar al cuello.
El síndrome del túnel carpiano es trasnochador: los síntomas empeoran por la noche y pueden llegar a despertarte. Para tratar de aliviarlos, es probable que agites la mano como si bajaras un termómetro, la masajees, la cambies de posición o la metas debajo del agua templada del grifo.
Además, las actividades que implican flexionar o extender la muñeca, así como elevar los brazos, comprimen el nervio y empeoran los síntomas: conducir, leer, sujetar el teléfono o teclear el ordenador.
Por otro lado, es frecuente que el síndrome ocurra en ambos brazos, aunque los síntomas pueden aparecer solo en la mano en la que la compresión es más intensa.
Además de trasnochador, este síndrome es engañoso: los síntomas mejoran por temporadas y parece que ya estás bien, pero luego vuelven. En otras personas, sin embargo, no hay periodos buenos y malos, sino que el empeoramiento es progresivo, poco a poco. En estos casos, con el tiempo, a los hormigueos y calambres se suma la pérdida de fuerza. Se te caen las cosas de las manos, te cuesta girar la llave y abrocharte los botones, y girar la tapa de los botes se vuelve tarea imposible.
¿Tengo yo riesgo de tener el síndrome del túnel carpiano?
Si tienes alguna circunstancia o enfermedad que haga que tu túnel carpiano sea más pequeño, tienes riesgo de que el nervio mediano se comprima. Estas situaciones que aumentan el riesgo de padecer el síndrome del túnel carpiano son las siguientes:
- Ser mujer: las mujeres tienen el túnel carpiano más estrecho.
- Diabetes.
- Hipotiroidismo.
- Embarazo: se acumula líquido, que puede estrechar el túnel carpiano.
- Artritis reumatoide y artrosis: causan deformidad de la muñeca, donde está el túnel del carpo.
- Genética: es posible (aunque no seguro) que algunas personas tengan una predisposición hereditaria a tener el síndrome, sobre todo si afecta a las dos manos.
- Medicamentos: las mujeres que toman inhibidores de la aromatasa (un tipo de medicamentos que se usan para tratar el cáncer de mama) tienen más probabilidades de tener el síndrome del túnel carpiano.
- Golpes: fracturas, aplastamientos de la muñeca…
- Obesidad: algunos estudios muestran que la obesidad predispone al síndrome, pero otros no, así que no está del todo claro.
- Otros: no se sabe si la edad, fumar y los anticonceptivos hormonales tienen algo que ver con esta patología.
Tu profesión también puede causar o agravar los síntomas del síndrome del túnel carpiano. Si en tu trabajo usas la mano y la muñeca de forma repetitiva o con fuerza, o flexionas y extiendes la mano durante mucho rato, tienes más riesgo. También son de riesgo los trabajos con herramientas vibratorias o con frío en las manos. Las profesiones que reúnen estas características son las relacionadas con la fábrica y producción, la jardinería, el trabajo administrativo y la elaboración y procesamiento de alimentos.
Por último, en la era de las nuevas tecnologías, una pregunta que muchos nos hacemos: ¿Usar el ordenador provoca síndrome del túnel carpiano? Pues la sorprendente respuesta es que usar mucho el ordenador no se asocia al síndrome del túnel carpiano.
La mayoría de los estudios no han encontrado que el ordenador sea un factor de riesgo. Los pocos estudios que han encontrado alguna relación entre el ordenador y el síndrome del túnel del carpo han hallado que es un factor de riesgo mínimo y que se relaciona con el uso del ratón más que del teclado. Todos coinciden en que hay profesiones —como las que hemos explicado antes— mucho más riesgosas que el hecho de usar el ordenador.
¿Qué pruebas tendrán que hacerme para saber si de verdad tengo el síndrome del túnel carpiano?
Con los síntomas tan característicos que tiene el síndrome del túnel del carpo, seguro que incluso tú —que no eres médico— enseguida sospecharás de esta patología si se te duerme o te duele la mano, sobre todo por la noche. No obstante, es posible que se necesiten algunas pruebas para confirmarlo.
Exploración física: maniobras para provocar los síntomas
Para apoyar la sospecha, tu médico te hará una exploración física que incluirá pruebas que buscan comprimir el nervio mediano para provocar los síntomas. Consisten en colocar las manos en posiciones que estrechen el túnel carpiano y comprobar si eso reproduce el dolor y el hormigueo.
Por ejemplo, en la maniobra de Phalen se coloca el dorso de las manos uno contra el otro, con las muñecas y los codos flexionados 90°. Si al cabo de 1 minuto aparece dolor, hormigueo u otras sensaciones típicas en los dedos que pertenecen al territorio del nervio mediano, se dice que la maniobra es positiva.
Otra prueba, llamada test de Tinnel, consiste en dar golpecitos en el recorrido del nervio mediano a su paso por el túnel carpiano y comprobar si aparecen los síntomas, es decir, si es positivo. Una prueba parecida se realiza presionando el ligamento transverso del carpo durante 30 segundos.
Por último, levantar los brazos por encima de la cabeza durante 1 minuto también puede provocar los síntomas.
Estudios electrofisiológicos
El que las maniobras de provocación de los síntomas sean positivas hace sospechar que el origen de tus síntomas es el síndrome del túnel carpiano; es decir, va a favor del diagnóstico de síndrome del túnel carpiano. Sin embargo, a veces es preciso comprobar el estado en el que está el nervio, mediante un tipo de pruebas denominadas estudios electrofisiológicos. Son de dos tipos:
- Estudios de conducción nerviosa. Se colocan dos electrodos sobre la piel, en el trayecto del nervio mediano. El primer electrodo se utiliza para estimular el nervio, y el segundo para medir cómo el nervio transmite las señales eléctricas nerviosas provocadas por esa estimulación. En el síndrome del túnel del carpo, las señales son lentas o débiles.
- Electromiograma. Evalúa el funcionamiento del músculo. Como la función del músculo depende del nervio que llega hasta él, el electromiograma ayuda a determinar si el nervio está dañado. Esta prueba puede ser un poco molesta.
Estas pruebas sirven para confirmar el diagnóstico y evaluar la gravedad de la afectación. No obstante, aunque en la mayoría de los casos de síndrome de túnel carpiano las pruebas electrofisiológicas están alteradas y confirman el diagnóstico, no siempre es así. Es decir, puedes tener unas pruebas normales y, aun así, tener el síndrome del túnel carpiano. Esto ocurre del 13 % al 27 % de los casos, según los estudios. De hecho, hay personas con síntomas muy sugerentes de la enfermedad y pruebas electrofisiológicas normales que mejoran después de operarse.
Dado que no son pruebas infalibles, no hay que hacerlas en todos los casos. Se recomiendan cuando haya dudas porque los síntomas no sean claros, cuando exista una enfermedad profesional y, sobre todo, siempre que se plantee la intervención quirúrgica. En este caso debe hacerse un electromiograma, para valorar la gravedad de la compresión del nervio, ya que la gravedad determina el tratamiento y también el pronóstico. Por eso es obligatorio hacer un electromiograma antes de operar.
Pruebas de imagen
Pueden ayudar a determinar la causa de la compresión, sobre todo cuando se sospecha de algún tumor o lesión que esté ocupando espacio. También son útiles cuando los síntomas apuntan a que tienes un síndrome del túnel carpiano, pero el electromiograma es normal. Las más usadas son la ecografía y la resonancia magnética nuclear.
Tengo el síndrome del túnel carpiano: ¿Y ahora qué?
Pues ahora habrá que decidir el tratamiento, pero ese es otro tema… que trataremos en el siguiente post. ¡No te lo pierdas!
Referencias bibliográficas
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- Créditos de la imagen del túnel del carpo: Blausen.com staff (2014). «Medical gallery of Blausen Medical 2014». WikiJournal of Medicine 1 (2). DOI:10.15347/wjm/2014.010. ISSN 2002-4436. De la traducción: Ortisa